En todas las “tribus” existe el anciano de la tribu, él está, escucha y es escuchado.
Antes de que existieran las grandes corporaciones y sus consejos de administración en el que se discuten las grandes decisiones de las empresa, mucho antes, en las tribus los jóvenes escuchaban los consejos de los ancianos.
La historia y la misma vida nos demuestran que la experiencia suele adquirirse con los años, y normalmente despues de haber vivido diferentes vicisitudes.
Los jóvenes guerreros “lakota” escuchan a sus mayores, pues ellos han vivido y las han sobrevivido, sus consejos son esenciales para no repetir errores.
Convertirse en un “anciano” no ha de ser una deshonra, vivirlo con plenitud y ver claramente la nueva posición que se ocupa.
Los “guerreros” ocuparán sus posiciones en las nuevas singladuras. Ellos deben estar al frente, los ancianos deberán, debería decir deberemos, usar su experiencia para aconsejar y explicar lo visto y vivido.
El mundo cambia minuto a minuto y esto hará que la experiencia quede difuminada pero aún así siempre será valiosa.
El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos
Fray antonio de guevara
Aconsejar es importante pero las decisiones deben adoptarlas los que las llevan a la práctica, pero, os lo digo por experiencia, siempre es importante escuchar “al anciano de la tribu”.
En el otro lado en el de los “aconsejados”, todos lo hemos sido en algún momento de nuestra vida, paciencia, esperar antes de creer que “ya lo sé”, pueden ser unos segundos de escucha y “algo nos llevaremos”.
