La noticia de ayer, martes 14 de Abril, nos la dió el Fondo Monetario Internacional, la economía mundial se derrumba, las previsiones de crecimiento económico reculan a épocas muy preteritas.

La primera imagen que me viene a la cabeza es la película “Las uvas de la ira”, nos narra las vivencias de las personas en plena Depresión de los años 30.

Sigo pensando y tengo un recuerdo de una historia que viví con muy poca edad. Principios de los años 60, la Costa Brava todavía virgen, unas pocas casas fuera del entorno de los pueblos, gente de clase muy acomodada.

Primeros coches utilitarios para la clase trabajadora, motos con sidecar, primeras tiendas de campaña para poder empezar a dormir en la costa, en lo que hoy llamariamos acampada libre.

Recuerdos de disfrutar de la playa, del mar, de la sencillez de un hornillo para hacer una simple sopa precocinada.

Es demasiado fácil, no tiene merito decir que el crecimiento desmesurado ha sido equivocado, la especulación urbanistica ha querido dar la impresión que cualquier persona, de cualquier nivel económico, podía tener su apartamento o casa cerca de la playa.

No hacía falta ser un ermitaño o un anacoreta, pero está claro que el turismo de gran intensidad, como si de una fábrica se tratará, ha destrozado el entorno.

Bueno, no nos ha hecho falta un DeLorean para regresar al pasado, espero que sepamos entender nuestros errores y apliquemos las correciones adecuadas.

Bien, suerte, hará mucha falta. Cultura, cuanta más gente aprenda cosas más dificil será su manipulación. Solidaridad y empatía, la cultura del siglo XX nos ha guiado hacía el individualismo y el triunfo personal.

Una escena de una película memorable: La Lengua de las Mariposas.